Desde aquel memorable partido ante el Sanse B, con el ya mítico gol de Nauzet Alemán en el minuto 88, que nos aupó a la Segunda División, saliendo del pozo de la Segunda División B donde malvivimos durante seis temporadas, hasta el ascenso a Primera División (hoy se cumplen seis años de esta gesta), tres temporadas en la División de Honor, la última para olvidar, hasta la última temporada que acaba de concluir han transcurrido 16 años y 16 proyectos. Es sano y saludable olvidar todos los momentos grises y mirar al futuro. Eso sí, si el ¿premio? es quedar por encima del C.D.Tenerife, muy bajo se pone el listón.

La Comisión Deportiva está trabajando hasta horas extras para confeccionar un nuevo proyecto, que no debe ser otro que el de iniciar la competición con una clara vocación de ascender. Claro que conseguir 40 puntos será necesario para cualquier equipo con aspiraciones. No vale la idea de fijarse el objetivo de la permanencia y luego, según los puntos y lo avanzada de la temporada cambiar el chip a los jugadores y pensar entonces en el ascenso.

Mucho trabajo va a tener Pepe Mel y, sin duda, una mayor responsabilidad, con la presencia, por fin, de aficionados en los estadios.

Unión Deportiva Las Palmas es un equipo «sin». Sin garra, sin coraje, sin ambición, sin ideas, sin esquema definido de juego, sin gol, sin sin, sin. Un equipo que no presiona al rival, que no desborda… Los números lo dice todo:

En el Estadio Gran Canaria, 25 puntos perdidos, 31 goles a favor, 21 en contra. Como visitante, 11 a favor, 29 en contra

Décimo en la tabla de clasificación, 12 encuentros ganados, 14 empatados, 13 perdidos y un total de 42 goles a favor y 50 en contra. Con 50 puntos, no ha logrado certificar la permanencia matemáticamente. Con esta estadística, la permanencia, en sí, ya es un logro, amargo logro. Quizás la pandemia padecida ha evitado adoptar medidas drásticas, por la ausencia de público en las gradas. El silencio de los graderíos ha impedido una protesta de las más sonoras por parte de una afición engañada. Es posible que el mal que padece este club haya sido abandonar el Estadio Insular. Aquel ambiente jamás se ha vivido en el nuevo estadio.

Malas perspectivas se ciernen sobre el futuro de la U.D. Las Palmas. Muchos jugadores se han venido abajo. Ejemplos claros han sido Álvaro Lemos, Francisco Pejiño, Jesé Rodríguez. En realidad muy pocos se salvan, a excepción de Álvaro Valles, Rober González, Sergio Araujo, Álexis Suárez y Sergio Ruiz. Éste último lleva varios encuentros que juega andando, incluso se para con el balón en los pies, colapsando la salida del cuero. Hay jugadores en el equipo Esperanza que podrían tener minutos, como Pipo Santana o Alberto Moleiro, y en el filial, que concluye el campeonato el próximo domingo, como David Vicente, Dani Sato y algunos más, para ver su proyección.

Vistas así las cosas, se augura una re-estructuración completa de la plantilla…y van ya quince proyectos, con casi 200 incorporaciones, casi todas ellas fallidas. A ver si el Sr. Helguera afina bien las nuevas incorporaciones para un nuevo proyecto, ya con público en las gradas, para apoyar o para protestar.

La UD Las Palmas no es un equipo con ambición, siendo eso que ahora se llama «pelotero» o «jugón». Hace años que no acaricia el cuero. Esa falta de ambición se manifiesta desde los primeros segundos de cada encuentro, ya que, cuando hace el saque de centro, el balón va hacia un defensor y éste, sea Eric Curbelo o Aythami Artiles (porque siempre el balón va al central zurdo) el balón es despejado hacia el área contraria, a ver qué pasa, qué sucede. Se regala el balón al equipo rival. No creo que sea esta una estrategia que se entrena.

Discrepo de muchos comentarios sobre los excelentes 60 minutos disputados anoche. No me vale ese argumento cuando se desperdiciaron 30 minutos. Es ese otro mal endémico de este club. Nunca sale en tromba para sorprender al rival. Sale como a estudiar la actitud del rival, como si hoy en día no se sepa todo, de todos.

Ayer hubo jugadores que jugaron al paso, literalmente, porque incluso se pararon. Exigía el partido mucho movimiento, mucha velocidad en la circulación del balón para poder desarmar a un equipo muy bien trabajado, compacto, que jugaba muy vertical, con la idea de aproximarse rápidamente al área de su opositor. La UD Las Palmas, por el contrario, exageraba el juego en horizontal, entre los dos centrales y de retroceso continuo hacia el guardameta. No conseguía ligar una jugada elaborada y sigo sin entender cómo se fallan pases aparentemente muy fáciles. El gol se produjo cuando el balón circuló entre siete y ocho futbolistas amarillos.

La sangría de puntos perdidos en casa es la causa de que no estemos encaramados en las primeras posiciones de la tabla. Oí decir, hace mucho tiempo a un erudito del fútbol que las ligas se ganan a domicilio y se pierden en el campo propio.

La plantilla de la UD Las Palmas está compuesta por dos guardametas, Álvaro Valles y Alex Domínguez, éste último con ficha de filial. Alex Domínguez se hizo con el puesto y, dada su juventud, está llamado a ser un guardameta con un brillante porvenir, en el desarrollo del cual se irá consolidando, adquiriendo más aplomo. Será un activo importante del club.

La línea defensiva está integrada por A. Lemos, A. Díez, A. Suárez, Curbelo, Aythami, Ismael, Cardona, Dani Castellano y Jonathan Silva, éste último con ficha del filial. Nueve en total. Aythami está lesionado por unos cuantos meses. Tomás Cardona, prácticamente inédito. En el eje de la defensa se ha consolidado la pareja Eric Curbelo y Alex Suárez, quienes están dando un nivel más que aceptable. En el lateral diestro, tanto Álvaro Lemos, como Ále Díez están a un alto nivel, no así en la banda izquierda, donde Jonathan Silva no ha encajado muy bien y el gemelo es irregular y no defiende muy bien. La alternativa a que A.Diez pase al lateral zurdo no es desdeñable.

En la línea de creación se ha erigido como pieza clave Sergio Ruíz. Los restantes siete centro campistas están por detrás del cántabro. Por su juventud y proyección le sigue el francés Enzo Loiodice y el sempi-terno Javi Castellano. De Maikel se espera mucho más. Fabio entra y sale del once, sin lograr asentarse, Cristian Rivera no genera confianza, Óscar Clemente iba entrando en el once, pero el COVID-19 cortó su progresión. Este jugador debe, a mi juicio, tener un entrenamiento complementario de gimnasio para ganar en envergadura. Y queda Kirian. Excelente su labor de pases por la espalda de los defensores, pero creo, otra vez según mi forma de ver el juego, por sus gestos de desolación o de propios reproches por fallos, que necesita ayuda de un psicólogo para tener mayor auto-estima.

Falta la delantera, que engloba a siete integrantes. Titulares fijos deben de ser Rober González, y Sergio Araujo, y Pejiño cuando esté en condiciones de regresar. Edu Espiau merece una mención especial. En las RRSS está siendo motivo de crítica. Edu se faja con los defensas, sabe cómo proteger el balón. Pero, ¿quien le proporciona balones en situaciones ventajosas? Su fuerte es entrar en velocidad. Lo vimos en la temporada memorable del filial, hace dos años, cuando jugando un poco por detrás, recibía balones en profundidad y materializaba. En aquella segunda vuelta, creo que fueron ocho goles. Benito y Aridai necesitan un trabajo específico por parte de Pepe Mel. Benito baja la cabeza y tira para arriba. Le falta imprimir serenidad en su juego. Aridai posee una fortaleza física notable, pero se le ve con ansiedad.

Falta mencionar a Cristian Cedrés, lesionado para toda la temporada, y la incorporación de Rafa Mujica.

Con esta plantilla ha habido partidos buenos y partidos malos. Ayer, en Anduva, la UD Las Palmas hizo más pases para atrás o en horizontal, que los que efectuó en profundidad. Sin disparar a gol solo se puede aspirar al empate a cero. Algo tiene que cambiar. ¿Será Rafa Mujica el revulsivo que necesita el equipo?

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La UDLP, a lo largo de su historia, se ha caracterizado por el exquisito toque del balón, lo que ahora se llama, jugones. En esta temporada, cuando el equipo ha jugado con intensidad, han sonreído los resultados. Ahí tenemos los dos triunfos consecutivos ante el R.C. Español y Mallorca. Si sabemos que el éxito se basa en ser intensos, disputar todos los balones, no bajar la guardia en ningún momento, ¿por qué no jugamos siempre así ? Por otra parte, un profesional de este deporte debe, inexcusablemente trabajar al ciento por ciento, así que no hay excusas cuando se tiran medios partidos, cuando se juega casi caminando, sin tirar a puerta. No sé si estamos ante un espejismo, pero si sabemos que ése es el camino a seguir. De momento, esperando a que pase el Leganés.

Hay muchos sistemas. Está el 5-4-1. El 4-3-3- El 4-4-2. Para el partido inicial de liga, en Butarque, Pepe Mel recurrió al 4-1-4-1. Cualquier sistema que deje a un solo futbolista arriba no es un sistema ganador, porque a lo que más puede aspirar es a conseguir un empate. No puede haber un solo punta porque acomoda fácilmente los dos centrales que habitualmente usan todos (o casi) los entrenadores. Edu Espiau presionaba la salida de uno de los centrales y éste pasaba el cuero al otro central y vuelta a empezar. Si Edu Espiau intentaba presionar con intensidad, ya el otro defensa tenía camino para prosperar. Creo que la incorporación de Sergio Araújo va a ser muy importante, porque «El Chino» roba muchos balones. Esa pareja de atacantes va a dar que hablar, siempre y cuando el argentino sea un auténtico profesional.

Una cosa que quiero comentar es que, en el fútbol, la sorpresa, la rapidez puede ser importante. Por eso me desespera la lentitud es sacar de banda. Hay que ensayar esta falta, a la que considero la cenicienta de las faltas de estrategia. U buen saque de banda puede generar una ocasión de gol, como, por contra, sacar mal de banda nos puede costar un gol.

Afrontamos un partido ante el Fuenlabrada, que puede ser la primera final del curso. Tener el casillero a cero obliga a cosechar una victoria porque en la tercera jornada rendimos visita a La Romareda.

Antes de hacer una crítica como las que ya se están produciendo en las redes sociales, será necesario exponer una serie de hechos. La UD Las Palmas tenía previsto realizar varios partidos de preparación, pero el contagio por COVID19 de Javi Castellano y Sergio Araújo hizo que el primero de esos fuera suspendido. Se programó un segundo partido frente a Panaderias Pulido, equipo éste sin haber iniciado su preparación, solo unos días corriendo para tener algo de fuelle. El único encuentro , digamos, más en serio fue frente al C.D. Tenerife. Para desplazarse a Madrid, el club tiene que atenerse al protocolo de LaLiga: vuelo charter el mismo día del encuentro para llegar a Madrid cuarenta y cinco minutos antes del partido, sin utilización de vestuarios ni duchas y del campo al avión en viaje de regreso. ¿De verdad que no es posible que haya afectado este desplazamiento, para que el equipo se desmoronase en los diez últimos minutos? ¡Justo cuando el central de Arguineguín hace de las suyas, de las que nos tiene acostumbrados! Aluden los comentarios que la falta que propicia la expulsión viene por una pérdida de Kirian. La verdad es que Kirian fue arrollado y tumbado al piso, sin que el árbitro señalara falta.

La UD Las Palmas ha iniciado la andadura en el campeonato con derrota por la mínima antes el Leganés. No jugó mal el equipo que ayer vestía de rosa. De hecho, generó más situaciones de gol que los pepineros. La enésima expulsión de Aythami Artiles en el minuto 71 hizo que el equipo local intensificara su dominio hasta lograr el tanto que finiquitaba el encuentro.

Notas destacadas del encuentro. La seguridad de Alvaro Valles, el descubrimiento de un futbolista que quizás va a dar mucho que hablar, Sergio Ruiz y algunos destellos de Rober. Y, aunque parezca que vaya contra corriente, me gustó el trabajo en solitario arriba de Edu Espiau. Haré comentarios al respecto, porque ese sistema de 4.1.4.1 no aporta nada. Es más, cercena las posibilidades de hacer goles.

Está a punto de iniciarse una nueva temporadas y surge la misma incertidumbre de años atrás. Se han producido varias bajas y otras están a punto de materializarse. También ha habido altas en forma de cesiones con opción de compra y otras cesiones para formar a jugadores de otros clubes, pagando nosotros el aprendizaje, en detrimento de valores nuestros, que necesitan esos minutos que va a disfrutar el jugador de fuera, jugadores que al fin de la temporada dirán adiós. La política de cesiones, en sí misma, no es una mala política, cuando se utiliza de manera puntual para reforzar un puesto. Ese nuevo giro de cesión con opción de compra es el mejor de todos esos contratos en régimen de cesión porque si el futbolistas encaja en el engranaje del equipo y se ve que ha progresado, pues se ejercita la opción de compra y se va consolidando un grupo. Si conjugamos esa modalidad de contratación con la combinación de futbolistas propios, emanados de la base, el equipo irá a más, recuperará una identidad que se ha ido perdiendo poco a poco. A pesar de ser crítico, usando una crítica constructiva, hay que aplaudir ahora el intento de rejuvenecer la plantilla. Quedan aún unos cuantos futbolistas que ven fenecer su vida deportiva.

Decía el presidente del club que la próxima temporada se iniciaría con un perfil bajo, de aspirar a obtener los 50 puntos y entonces se podría cambiar el objetivo. A mi juicio, hay que empezar la competición con la idea de quedar primeros, o, en su caso, segundos y, como objetivo extremo, quedar terceros. Esa mentalidad tiene que esta en los futbolistas y técnicos desde el primer partido.
En fin, veremos si los árbitros unifican criterios, si el VAR va a ser neutro, es decir, imparcial, si las lesiones nos van a respetar.

¡Se abre el talón! Mucha suerte

Esta historia me recuerda algo…. La trayectoria descendente de la UD Las Palmas viene a ser más o menos similar a la que se produjo en la segunda vuelta del año del descenso de Primera División, con Quique Setién en el banquillo, aunque ya desde del mes de marzo había decidido no renovar con el equipo amarillo. En aquella campaña 2018/2017, en la segunda vuelta, la UD Las Palmas ganó tres partidos en casa y perdió nueve partidos. Los cinco últimos encuentros fueron cinco derrotas seguidas. Así que las perspectivas no son halagüeñas porque el equipo no tiene capacidad de reacción, no se «parte el alma», siempre pendientes de lo que vaya a hacer el rival, sin gol. Los dirigentes (o el dirigente), con una política de fichajes a coste cero, pero pagando muy bien a los que vienen al equipo, y racaneando a los de la casa. El año pasado dejaron ir a Álvaro Arencibia, mejor defensa que los actuales; hace dos años, no renovaron a Pablo Santana; delanteros con gol y baratos, como Erik Expósito y Edu Espiau. A Thomas Pekhart se le pagaba muy bien. Según ha trascendido en una publicación en torno a los €500.000. La política de fichar a coste cero supone incorporar futbolistas desvinculados de otros equipos, que no encuentran acomodo. Se ficha a coste cero, pero se vende «Black Friday». Josep Martínez, portero con mucho futuro, se vende por €1,500.000. Pedri González se vende por €6,000.000. Con esta política no vamos a ninguna parte. Bueno, sí vamos a algún lugar, a la 2ª B, desgraciadamente.

El título de este comentario no se refiere a esa bebida refrescante. Se refiere a la sangría de puntos que la UD Las Palmas ha perdido en su campo. Cuatro victorias de los visitantes y cuatro empates, elevan a veinte los puntos perdidos en el Estadio Gran Canaria. A este dato hay que resaltar que tres derrotas fueron encajando tres goles por partido. A este dato relevante hay que añadir la plaga de lesionados que ha tenido el equipo, a la par que algunas decisiones incomprensibles, como la baja de Edu Espiau, a mi entender muy superior a Thomas Pekhart.  El entrenador se ha visto condicionado por las bajas y, además, estar muy preocupado por el número de jugadores con ficha del filial que podría poner en fases de los encuentros.

El encuentro de hegemonía regional fue desesperante. Un equipo que no dispara a puerta no puede marcar goles.  A mi juicio, Pepe Mel se equivoca colocando a Benito por la derecha. Desaprovecha la velocidad del aldeano y el peligro de sus centros. Otro error del entrenador, siempre desde mi óptica, fue sacar a Thomas Pekhart por de Galarreta. Y digo que fue un error porque sacar a Pekhart significaba centros al corazón del área, centros que no se produjeron. Me llama la atención, y me preocupa que el equipo no se planta en el terreno y dice, aquí estamos nosotros. Ante el colista, el Rácing de Santander solo dio un paso adelante en los últimos diez minutos. Aquel equipo aguerrido se ha difuminado. No se puede encarar así los partidos porque todos los rivales se vacían los noventa minutos. Hay que cambiar el chip